Disfrutamos y aprovechamos el día con el padre Miguel, es un sacerdote peruano como os contamos en los otros días que ha iniciado en las comunidades cercanas a Sucre unos proyectos de construcción de colegios y el futuro hospital. En Pampa Aceituno que estuvimos el martes no había escuela ahora no sólo está el edificio sino 130 niños están escolarizados. Antes no podían acudir a la escuela por la lejanía de Sucre. Hemos estado toda la mañana y hasta después del mediodía con el y con una Hermana Salesiana. Hemos hablado todos los proyectos tanto de Quila Quila como de la ayuda al comedor de Pampa Aceituno. Estuvimos viendo las medicinas que se necesitan y todos los proyectos que hablamos en Sucre, toda la mañana con ellos. Luego por la tarde con Sonia una señora muy entregada que está en un proyecto de niños sin hogar y hemos contactado con ella para enviar por contenedor ropa para niños y medicinas para la artritis sobre todo para la gente mayor. Un abrazo fuerte. Pilar y Alberto. El domingo preparamos ya la vuelta, quedaremos con Sonia para darla ropa y algo de medicinas y luego los preparativos para el vuelo a Santa Cruz, luego a Sao Paulo y por fin a Madrid. Besos a todos. Feliz fin del Blog Solidario a Bolivia.

Los ingenieros responsables de la construcción de un hospital en la comunidad Pampa Aceituno les explican las fases de la construcción

Soy Pilar y os voy a contar el día de hoy, es decir la aventura del viernes 21 de marzo.
Ayer por la noche tras contactar con Richard, nos hace quedar en un mercado a las 7:30 de la mañana. Esta mañana estábamos allí cargados hasta los ojos con nuestros regalos, resulta que era un mercado enorme lleno de gente, un lugar muy inapropiado para quedar con personas que no hemos visto en la vida, por suerte no hemos tardado en encontrarle, al director de esta ONG (Fundación Chacana Andina) con 18 añitos de edad. Luego viene el sacerdote Daniel, cuyos gestos delatan a una persona muy sensible y conocedora de las amistades entre indígenas. Nos montamos en una furgoneta llena de indígenas, Daniel casi que ni nos dirige la palabra, una situación bastante tensa, así que Alberto y yo hemos empezado a bromear para relajar la situación pues estamos en sus manos y al final ha resultado bien.
Hemos llegado 2 horas después al poblado de Huayhuasi y hemos visto los destrozos del efecto meteorológico “La Niña”: plantaciones destrozadas, casas inundadas... Hemos hecho bastantes fotos, comprobado la construcción de las letrinas, de los depósitos de agua potable...
Nos han preparado una comida que no nos ha quedado más remedio que comer a pesar de que nos habían dicho que era peligroso, pero en esa situación era imposible rechazar, Alberto y yo rodeados de más de 90 personas, todos esperando a que nos sirviéramos comida para poder comer ellos. Esperemos que no nos hayamos tragado ningún bicho raro... Hemos tenido una reunión con los representantes de la comunidad explicando quiénes somos, cómo realizamos nuestro trabajo y que somos trabajadores y que sacamos huecos libres para poder trabajar y ayudarles. Tratando de encontrar soluciones a su pobreza y hablando de los cultivos de tomate, creo que mi padre me ha dado un aviso y les he explicado que por qué no se envasan los tomates para vender o tener tomates todo el año, han flipado..., y como estaba inspirada también me acordé de un hermano que hace esto y les he propuesto incubar huevos de gallina para sacar pollos, tanto para huevos como para comer, hacer caldos..., también les ha encantado la idea...

Después de hablar de negocios, ha venido lo divino del día, hacernos sentir REYES POR UN DÍA. Han juntado a todos los niños, nos han recitado diversos cantos populares y después nos han puesto una corona de flores, serpentinas por la cabeza, un ramo de flores... Ya veréis las fotos...
Otra actividad curiosa que hemos realizado ha sido la de hacer un partido de fútbol, las chicas representábamos a España, los chicos a Bolivia, ¡he metido un golazo que no me lo creo ni yo!. ¿Quién ha ganado? Ah!, averigüen... Después de todo esto nos han echo subir al calvario, una montaña altísima donde tienen pinchada dos cruces, unas vistas maravillosas, así que en estos momentos estamos llenos de tierra hasta los ojos, quemados por el sol y los labios destrozados de la sequedad.
El clima por aquí es muy variable, pasas de tener mucho frío y precisar abrigo a estar de manga corta.
En cuanto a la comida, muy distinta a lo que estamos acostumbrados, mezclan plátanos, con arroz, con carne... muy picantes, muchas especias... Estamos bien a pesar de todo y tenemos la sensación de estar llevando a cabo todas las actividades que traíamos preparadas. Mandamos un abrazo enorme de Alberto y Pilar y seguid enviando esa buena energía que nos está viniendo muy bien.

Alberto y Pilar, primeros por la izquierda de arriba y abajo, en la sede de la IPDS Mosoj Ñan. Hernán es el segundo de arriba por la izquierda.

Levantamos a las siete y media para quedar en Sucre con Doña Rosa una señora que tras un pasado con muchos problemas, está muy concienciada para sacar de la calle a muchos niños así que nos trae muchísimas muestras de galletas y rosquillas con muchos sabores, todas naturales, como os dije en días anteriores y quiere que nos las traigamos para España. Está preparando ese recetario y su objetivo es montar esa panadería para darles un oficio y a la vez se alimenten. También Doña Rosa nos enseña muchas muestras de artesanía que hace su marido para su futura venta. Traemos para la vuelta distintos modelos de felicitaciones navideñas todos artesanales. Nos despedimos con mucha pena pero con la confianza y seguridad que el proyecto sigue fuerte y ha habido una inyección de energía. Entregamos una donación de una señora de Madrid, que se destinarán a continuar con el colegio de Quila Quila, donde visitamos tras tres horas de viaje y esas montañas. Nos vamos de Sucre dejando parte de nosotros, y mucha ilusión para continuar, vamos a extrañar mucho a Hernán que es artista y músico y ahora está dedicado a la ong. También echaremos de menos a Carlos y su mujer que nos han dado grandes lecciones de entrega. En general nos han entregado mucha fuerza y cariño y nosotros hemos dado todo lo que llevábamos dentro hasta casi el agotamiento pero compensa. Pilar se marcha dejando una parte de ella en casa de la familia de Milton y con Milton, es un chico increíble que tiene claro que va a conseguir sus sueños.
 
Vamos al aeropuerto y llegamos bien justos con tanta despedida, casi al entrar en el avión nos para un chico y dice que nos regala un periódico, era Mario un chaval canillita que conocimos en el Mercado Central el lunes que estudia y trabaja y alimenta a dos hermanos. Nos llegó al alma su cariño y su despedida. Pilar no paraba de llorar y se emocionó demasiado, fueron demasiadas emociones para los cinco días en Sucre y nos venían a la mente muchas imágenes y caras de personas que luchan por salir con todas sus fuerzas. Volveré a Sucre en Agosto, Pilar se traerá a su hija Carmen.

 Llegamos a La Paz al mediodía y tras instalarnos, preparamos todo para el viernes que vamos a ir a la comunidad Huayhuasi, que está a dos horas de La Paz. Está muy contaminado el río  por lo que nos han contado, nacen algunos niños con seis dedos, y hemos quedado con ellos pues el cura Daniel y el director del centro de niños, Richard nos van a enseñar la zona y vamos a ver todos los proyectos hechos hasta la fecha, la instalación de agua, los mingitorios, baños que se han hecho y las bombas de agua que se han instalado en toda la comunidad al igual que comprobar los regalos de reyes. Comemos con ellos y nos tienen preparada una comida con la comunidad indígena y cantos de los chicos con partido de fútbol incluido y conocer a los dirigentes indígenas. Hemos quedado a las siete y media de la mañana en el mercado Rodríguez que nos han dicho que estará a tope pues la gente en La Paz madruga para comprar los ingredientes de la comida de viernes santo muy famosa por sus doce platos.  Del mercado nos cogeremos una furgoneta de esas compartidas y variadas hasta la comunidad donde nos esperan con ilusión. Por cierto los niños de las comunidades que hemos visitado estos días no paran de dar las gracias y de dedicar un cariño especial, como dicen ellos, a nuestro Presidente Carlos López que está continuamente presente en todos. Vamos a dormir después de un paseo nocturno para darlo todo mañana, ya empezamos a preparar las dos últimas bolsas de material escolar y jabones que con la ayuda y generosidad de todos los nuestros hemos podido traer. Pilar va preparada para tomar la tensión a los niños, también estoy organizando los balones de fútbol que tanto desean. Seguiremos compartiendo aventuras... Un abrazo. Pilar y Alberto.

Pilar y un miembro de los Canillitas, vendedores de periódicos ambulantes

Empezamos temprano como todos los días, ya se empieza a notar el cansancio. Visitamos el mercado central y el mercado campesino de Sucre. Vemos dos niños canillitas con los que habíamos quedado para que se apunten al equipo de fútbol y con el fin que hagan deporte. Nos dirigimos a la Plaza de las Armas o 25 de Mayo de Sucre, vemos a un grupo de niños que han quedado con Hugo, el líder que tienen los niños vendedores de periódicos, nos lo metemos en el bolsillo a través de Milton con el fin de que acabe convenciendo al resto de niños que estaban con él para ir a las ocho a la escuela de fútbol y también para insistirles en la importancia que tiene el llevar las credenciales. Pilar queda con Ingrid, encargada en la sede del gobierno del tema de género y después de más de una hora hablando con ella van a estar en contacto para hacer un estudio de la incidencia de cáncer de cuello de útero y presentárselo al gobierno para un programa de prevención precoz de esta patología. Pilar hace muy buenas migas con Milton y su familia, especialmente con la madre de Milton, una mujer muy luchadora y con mucha fuerza, y con la hija de Milton que es de la edad de su hija Carmen. Por cierto Pilar entrega media maleta de ropa a dos familias entre ropa de Carmen y ropa suya. En mi caso empiezo también a notar que me queda menos ropa interior y me empiezo a quedar sin ropa pero la verdad es que nos encanta. Quedamos con Carlos que es un compañero de la ong de aquí, el abogado que os comenté que además le encanta el trabajo con el cuero y es un experto en marroquinería por unos voluntariados que hizo, quedamos en estudiar la posibilidad de ese taller de trabajo de cuero y de bisutería. Después visitamos una familia que conoce Milton con muchos problemas de riesgo social e hijos desaparecidos y nos invitan a comer, experiencia increíble.                    

Quedo por la tarde, con un amigo de Carlos que trabaja también en Juzgados y nos organizamos para apoyarles en una propuesta de proyecto ante la Corte para evitar que los niños trabajen en la calle, y repasamos el que van a presentar esta semana sobre la obligación de inscribir a niños en el registro. El tiempo en Sucre es o mucho calor o mucho frío, lo que más se suele comer arroz y todo con ají, carne muy picante, les encanta la cerveza paceña. Sentimos que nos encontramos como en casa, se portan con nosotros de una forma increíble, con muchísimos detalles. Después vemos a la chica dirigente de la comunidad indígena que visitamos el día anterior que viene a despedirnos pues el jueves a media mañana nos vamos a La Paz a continuar en la otra comunidad. Nos vamos preparando a la aventura de La Paz, Sucre es muy colonial, con mucha marca de la época española y con muchos contrastes. Contamos con vuestra energía, pues el agotamiento, las madrugadas, estos males de alturas y las subidas en montaña, compensan con lo que trasmiten todas las personas que estamos conociendo que luchan por mejorar día a día y por salir de unas condiciones que son totalmente injustas. Notamos el apoyo de los que creen en este proyecto, pues de una forma muy fácil dentro de muy poco tiempo quizás estos niños no tardarán hora y media en ir al colegio ni irán descalzos. Depende de todos. Pilar y Alberto. Abrazos.

Sucre, Miércoles 19 de Marzo

Alberto y Hernán con los niños de una comunidad

A las 6:30 a.m. salimos a visitar la escuela de fútbol compuesta por un montón de chavales que entrenan tres veces a la semana con un entrenador que se llama Jacob, que tiene a los chicos muy entusiasmados y según vimos entrenan muy duro. Son chicos en situación de riesgo por problemas familiares que viven en barrios alejados de Sucre y si no es a través del deporte podrían acabar siendo niños pegamento, esnifadores. Lo que más nos llamó la atención era ver cómo se esforzaban y que alegría tenían encima, cómo estaban de incentivados y cómo agradecieron el material deportivo, los balones y equipos que llevamos. Tal y como relatábamos en días anteriores la escuela de fútbol tiene como objetivo que puedan llegar a ser grandes figuras en equipos profesionales y sobre todo grandes personas.

Sobre las 8:30 a.m., después de verles entrenar, fuimos camino de la comunidad Pampa Aceituno, en una camioneta en la que íbamos recogiendo a los que se hacen todos los días largas caminatas para poder llegar a su escuelita, como dicen aquí, algunos se hacen unos 10 km diarios y se han levantado a las seis para ayudar en la casa o vender periódicos. Llegamos a la Escuelita "Santísima Trinidad" donde lo que mas impacta, aparte de la alegría por escuchar a niños felices, es ver como está la escuela en construcción y como trabajan con las aulas llenas de carretillas o cemento, vigas en los patios, baños sin terminar, etc. Pues el padre Miguel, que es un sacerdote peruano, ha sido el encargado de iniciar la construcción de esta escuela pues había más de 180 niños que no iban a la escuela pues Sucre está demasiado alejado. Nos reciben con muchísimo cariño, visitamos cada aula, vemos la ilusión y el esfuerzo, nos llama también la atención la gran cantidad de heridas que tienen los niños y de costritas. Muchos si no comieran en la escuela no comen más que lo que les dan por las casas o lo poco que en su casa puedan hacer a la noche. Vemos como preparan una cazuela para 50 niños aunque les tocará un poquito de arroz a cada uno. Les entregamos material escolar y muchos jabones, vendas y gasas que necesitan urgentemente. También les damos muchas medicinas que necesitaban. La directora del colegio y la presidenta del Cantón, una señora que es indígena, viste sus trajes típicos y es muy tierna y adorable, y hablando desde el corazón, nos  entrega una carta donde nos explican sus necesidades entre ellas el botiquín para primeros auxilios, el mobiliario escolar, material de limpieza… pero lo que más nos preocupa es que a partir de este mes de abril ya no les entregan las donaciones que llevaban recibiendo desde hace un año de comida (aceite, harina, grano, arroz) pues al Padre Miguel le han cambiado de destino y les están reduciendo poco a poco la ayuda que recibían. Tremendo y escalofriante. Estos niños, que tienen cara y existencia para Pilar y para mi y no son simples fotografías, muchos nos contaron diferentes cosas de su día a día, que se volvían locos con un caramelo o por verse en la cámara digital. Como no se alimenten como es necesario van a tener un grave problema de salud y lo peor es que en estas semanas ya les retiran definitivamente lo poco que les daban. Nos solicitaron por eso ayuda para alimentos. Nos despedimos de las profesoras y de los niños, por cierto las maestras son personas muy entregadas a su labor y muy resignadas y como no esperan nada cualquier cosa les viene bien. Nos seguían niños en la camioneta algunos prácticamente descalzos pero sin perder su energía y alegría.

Después vimos el terreno que les van a ceder a la ONG Mosoj Ñan – Nuevo Camino que es un llano muy bonito y muy bien situado donde está el sueño de los que apostamos por ello en construir la escuela de fútbol que incluirá internado, talleres para formarse en oficios, artesanías, trabajo en cuero, el taller de panadería que será esencial para que además de aprender un oficio se trabaje en la alimentación de los pequeños con productos sanos y naturales. El objetivo de nuestra contraparte local, la ONG Mosoj Ñan – Nuevo Camino, con la que trabajamos hace ya dos años, no es mandar dinero sin más, sino que las personas trabajen para formarse y darles las herramientas y la caña de pescar para labrarse un futuro. Ir invirtiendo para montar esos talleres y uno de los miembros de ella, Carlos, conoce bastante bien el mundo del cuero y va a formar a chavales para que aprendan ese oficio entre otros muchos.

Más tarde fuimos de camino a la comunidad Quila-Quila, que significa en quechua Luna-Luna, como no pudimos pasar por el río pues todavía no han puesto el puente, tuvimos que ir por el camino más largo, aunque es un camino muy duro y hay que pasar entre cinco montañas prácticamente, en principio no había problema pues la camioneta nos dejaba en la mitad del camino y allí nos recogía otra movilidad, como llaman acá, y nos llevaba a la comunidad aunque el viaje es duro y más si vas en la tina, como llaman ellos a la parte descubierta. El problema vino cuando al llegar a una zona, tras pasar la primera montaña, nos encontramos con que están limpiando con un tractor y unas máquinas el camino y tenemos que bajarnos una montaña subir otra y pasar un puente subir otro cerro y allí supuestamente nos recoge  otra movilidad pues nuestra furgoneta no podía pasar el camino. Ese trayecto que he relatado lo hicimos los cinco que íbamos llenos de mochilas cargadas y alguno llevaba alguna caja pues tuvimos que repartir el material escolar, las medicinas y todo lo que se había comprado para reyes. Lo más increíble fue que tras hora y media haciendo ese trayecto y al llegar al punto donde nos recogían vimos a unas señoras de unos 70 años llenas de sacos con genero de lo que venden y había dos madres con esos sacos y sus bebes colgados que tenían que hacer el duro e infrahumano camino que hicimos con unas subidas a la vuelta que ni para alpinistas. Todo porque estaban limpiando y porque no se preocupan los gobiernos de estas personas necesitadas. El camino en furgoneta primero y la gran caminata la hicimos con cuatro hermanos entre 5 y 10 años que iban caminando hasta que les cogimos en la furgoneta y suelen caminar hora y media todos los días para ir al colegio. Ese día andaron un poco menos aunque luego por la limpieza del camino les tocó caminar más de una hora y así todos los días. Después de otra hora en la otra movilidad en un camino que todo el rato dábamos botes en la parte de atrás llegamos a una comunidad preciosa y llena de gente amable, nos enseñaron el colegio que está a medio hacer y tienen el mismo problema que en el anterior colegio que también estaba a medio hacer y falta mobiliario escolar, vidrieras y mucho material de higiene. Conocemos al dirigente de la zona, nos hace entrega de una lista de necesidades y nos presenta al director del colegio un señor encantador y en el camino a otra comunidad mas pequeña donde están construyendo ese nuevo colegio conocemos a unos 8 niños entre 6 y 12 años que viven en Quila Quila solos, en una casa medio en ruinas, y se cocinan todos los días, se lavan su ropa y se hacen las tareas del hogar desde las cinco de la mañana y luego se van al colegio, esto es porque su aldea coge a mas de dos horas y media.

Volvemos a las ocho de la tarde y a las nueve llegamos al camino que nos dejaba la movilidad y tuvimos que subir esas tres montañas incluido el puente de noche con una viejita de unos 70 años cargada de flores y manzanas que vende, pero tuvo la suerte de encontrarnos y tras la caminata
de mas de una hora nos recogió la otra furgoneta y volvimos a las 22.30 a Sucre. Este fue el día del martes y el día a día de muchos niños y mujeres de esas zonas es bien largo y duro, tenemos que  ser conscientes de otra realidades y no quedarnos quietos ante las injusticias y saber que entre todos se pueden cambiar las cosas. Ya os contamos el miércoles 19, día del padre muy celebrado aquí, donde visitaremos entre otras cosas a niños lustra botas y buscaremos la manera de buscarles esos abrigos. Con cariño para todos. Pilar y Alberto.  

Alberto y Hernán en el viaje de regreso de la comunidad Quila Quila

Pilar ejerciendo de cocinera en la preparación de la comida comunal en la comunidad Pampa Aceituno

Bolivianas realizando a pie el viaje entre montañas para llegar a la comunidad Quila Quila durante horas

Hoy lunes visita a niños canillitas, venden periódicos y estudian, y limpiabotas y limpia coches, con el dinero que les mandamos compraron material escolar y estaban muy agradecidos. Entrevista con la periodista que nos prepara para mañana una reunión. Entrevista con el otro periodista que ahora le veremos. Estamos muy contentos, acabamos de meternos en Internet pues ayer por la noche no había red en el hotel. La gente es muy maja, Milton, Hernán y Carlos que es un abogado que soluciona todos los problemas de registros de los niños. La agenda es bestial, estamos disfrutando mucho pero llevamos desde las seis y media de la mañana con Milton y son las 16.30 y nos quedan tres actividades todavía. Empezamos viendo a los niños canillitas que son los que venden periódicos entre 6 y 20 años y se levantan a las cuatro y media de la mañana y luego van al colegio, luego vimos los niños limpia botas y los que limpian los coches, llevan todos su acreditación para poder así tener derecho a seguro médico. Luego hemos estado con una periodista que trabaja en el diario Correo, amiga de Milton que preparará un encuentro para el martes por la tarde y luego hemos estado preparando varias actividades con Hilda, que es una chica de las comunidades indígenas que vamos a visitar mañana. Antes estuvimos con otro periodista que trabaja en radio Loyola y hablamos con él y luego tenemos que verlo en la emisora. Les preocupa sobre todo lo de los bolivianos en España, también este chico tiene un proyecto de niños árbitros. Luego hemos quedado a ultima hora con doña Rosa y Pablo que son coordinadores de unas familias que están en unos barrios difíciles y les llevaremos material. Hilda tiene con un padre trinitario con un proyecto de los niños de las comunidades indígenas muy interesante, que están construyendo un comedor. Hemos organizado para mañana el viaje a las comunidades, primero se va en carro, coche, y luego andando, está entre ríos y hablan quechua. A las siete de la mañana hemos quedado con los niños del equipo de fútbol para conocerles y echar un partidillo. Seguiremos conectados en cuanto tengamos un rato libre.

Nos recogen a las 6:30 h y nos vamos a ver trabajar a los canillitas. Lo sorprendente es que hay niños de cinco años, muchos de 12 a 14 que tras colocar los periódicos se cogen la bicicleta y empiezan a vender periódicos, pero también hay personas de 34 que llevan más de veinte años vendiendo periódicos. Contactamos con el delegado de ellos, es curioso, hay un delegado de la asociación o sindicato de niños vendedores de periódico, que tiene unos 40 años que se llama Dionisio y cuida de los niños y también hay un delegado de los canillitas más pequeños, que tiene 13 años y tiene mucho carisma para lo joven que es. Se observa que no tienen niñez, que han envejecido y lo peor, que parece que los chicos de 10 tienen 17 años… Luego se van a estudiar y no pueden faltar ni un día al trabajo pues les quitan el puesto. Visitamos luego el mercado bien temprano y conocimos a Lucas un chico de 14 años que porta una gran cantidad de peso repartido en varios sacos, destrozándose su espalda e ilusionado pues ya le van dando mas funciones y se levanta también a las cinco de la mañana para poder meterse en el coche de los repartidores de género y alimentos.  

El delegado de 40 años, Dionisio, nos da las gracias por los proyectos anteriores y las ayudas enviadas y nos solicita que necesitan 150 abrigos para poder aguantar los fríos de las mañanas y los cambios climatológicos. También se nos plantea el problema de un chico de 21 años que trabaja de limpia coches de la calle desde los 15 años pues le quitaron el puesto de canillita por faltar algún día por estar enfermo. Su historia trata que al dejar embarazada a su novia tiene un niño que ya tiene año y medio y hay que inscribir al padre y al hijo y ese niño está sin registrar pues el padre nunca lo estuvo. Vamos a realizar su tramitación en el juzgado a través de uno de los miembros de la ONG de aquí, Sucre, que está especializado en registro de menores y trabaja en el juzgado.

Quedamos con un antiguo chico vendedor que pudo estudiar y se llama Juan José, entrena a chavales con el fin que a través del deporte puedan continuar en la vida sana hacia un estudio y futura profesión. Juan José es periodista y trabaja en radio Loyola, quedo con él y tras más de media hora me pregunta acerca de la situación de los emigrantes bolivianos en España y que realidad existe. Ellos temen la ruptura de familia al irse un miembro y apuestan a que no salgan fuera. Vemos después a Mario que tiene 22 años, también vende periódicos, sus padres le abandonaron y vive en una casa que le alquilaron con dos hermanos más pequeños, y trabaja de vendedor y a la vez estudia historia, de cuatro a diez en la universidad.

Quedamos con Rosa una señora que colabora con la ONG y se preocupa con la situación de una de las comunidades indígenas que vamos a visitar el martes pues ya les han denegado ayudas para las comidas y apuesta por una panadería o un horno artesanal para que los chicos trabajen en ello y a la vez se formen en un oficio, y evitar ser vendedores. Tienen personas que les donan todos los ingredientes para poder hacer las pastas y pastelería con ingredientes muy naturales de la zona con propiedades muy buenas, para fomentar el crecimiento de los niños y una buena alimentación. Está estudiándose el proyecto. Nos enseña los productos y va a hacer un recetario para poder venderlo y conseguir dinero para esa comunidad.

Visitamos un barrio a las afueras de Sucre, entre las montañas, donde 16 familias viven sin luz y en condiciones muy duras pero con una alegría, serenidad y espíritu de lucha inconmensurable, después de más de una hora llegamos a la conclusión que deben de unirse para montar la tiendecita que vende productos básicos a la comunidad, dejando un margen para que así vayan ahorrando, y abasteciéndose. Hablamos también de otras necesidades de inscripción de niños. Nos tratan con una entrega y un cariño impresionante, con una gran generosidad, sin tener nada teóricamente, pues tienen lo mas grande, un corazón lleno de amor. Por cierto nos dieron unas bebidas de allí compartiendo lo que no tienen ellos. Dándonos una gran lección y aprendiendo muchísimo de ellos. Tienen un dirigente que se llama Pablo que lucha por ellos. Fuimos Pilar, Alberto, Milton, Hernán, el Ingeniero y contable de la ONG, y Carlos, el Abogado que trabaja en el registro.

Es increíble la esperanza que trasmiten, el ánimo de lucha y el espíritu de unión para sacar a los suyos adelante, sin desesperarse dando un gran ejemplo de constancia y lucha. Como dice Milton, presidente de la ONG Mosoj Ñan "Nuevo Camino" en castellano, esos sueños se cumplirán y en especial el de la escuela de fútbol, donde se realizarán muchos talleres de formación y capacitación para oficios con internado para que luchen por su futuro sin tener que trabajar, siendo unos auténticos niños. El objetivo evitar que pierdan su niñez.

Mañana martes os continuaremos relatando. Visitaremos a las siete de la mañana la escuela de fútbol cuyo objetivo es sacar futuros futbolistas que sean fichados por equipos y todas las actividades y talleres que antes referí y les llevaremos todos los equipamientos deportivos más los balones y material escolar que les hemos traído. Después visitaremos las comunidades indígenas de difícil acceso para llevar los regalos que se compraron para reyes y los medicamentos, jabones y objetos de higiene en general que ha conseguido en España mi compañera médica Pilar.

Feliz Descanso. Pilar y Alberto.

Alberto y Pilar en la Escuela de fútbol educativa del estadium Patria del mercado campesino de Sucre

Ya os contamos, el viaje muy intenso pero bien, Sao Paolo sin problema. En Santa Cruz tuvimos algún problema pero salimos vivos..., ya os contaremos. Llegamos a las 16.30 a sucre y estuvimos toda la tarde con Milton y los suyos planificando la semana, que la cerraremos el miércoles viajando a las minas de plata de la ciudad de Potosí dónde conoceremos de primera mano la vida de los niños mineros que llegan a estar horas y horas en túneles a mucha profundidad sólo con agua y masticando hojas de coca, en su forma vegetal es una planta muy energética masticada, como único alimento, hasta que el jueves por la mañana nos vayamos hasta La Paz.

Llegamos a Sucre, y nada más entrar en contacto con la zona, empezamos a notar el cambio y la diferencia con Santa Cruz. En Sucre además de ser una ciudad mucho más bonita y con toques coloniales, se empieza a notar la cantidad de chicos, especialmente niños, que trabajan en la calle. Nos recoge Milton, el presidente de la ONG Mosoj Ñan de Sucre con el que colaboramos, significándose la traducción al castellano del quechua "Nuevo Camino". La Institución con la que colaboramos aquí la forman Milton Mora el cual fue un niño que trabajó en la calle y estudió hasta ser ingeniero, formaba parte de los llamados niños "canillitas", estos niños que trabajan en la calle y que empiezan a trabajar algunos con cinco años, se levantan sobre las cuatro y media de la mañana y como viven en los barrios más alejados pues a las cinco y algo comienzan a recoger los periódicos y enfrente del Diario Correo de Sucre pues empiezan a separar los periódicos, a juntar unas partes con otras, y sobre las seis es la hora de repartir. La comisión que se llevan por vender cada periódico no llega a un peso boliviano (1 Boliviano = 0,08 €) y suelen vender unos 30 al día por niño. Llevan su credenciales, como lo llaman aquí, que es la identificación de que son niños vendedores de periódicos para si les ocurre algo tengan seguro. En la tarde del domingo, nos reunimos con el resto de los miembros de la Institución, personas muy variadas que forman un buen equipo y estuvimos preparando  las tareas que íbamos a hacer estos días hasta el jueves.

Valoran muchísimo las ayudas realizadas para los regalos de reyes (Proyecto Reyes Magos) y de la inscripción de niños (Proyecto Identidad). En Bolivia hay un gran porcentaje de personas que están sin registrar o mal registrados por errores del gobierno. Hemos aportado en los diferentes proyectos ayudas para  poder registrar a gran cantidad de niños, en concreto varios centenares de ellos. En lugar de hacerse por vía administrativa lo hacen por vía judicial y se eternizan las tramitaciones y al final las personas campesinas optan por sobrevivir y salir adelante en la comida y el sustento, siendo algo secundario el registrarse, lo que conlleva que no existan para la sociedad y no tengan derechos sociales, sanitarios, educativos, etc. Entre las visitas de la semana, por un lado a la zona de los canillitas, niños vendedores de periódicos que ya hemos hablado, los niños lustra botas y limpia coches. También visita a varias zonas y barrios aislados para dar cabida a 16 familias que quieren montar una tienda familiar para tener como una especie de economato y poder así sobrevivir a la subida brutal de los precios en los productos básicos que sufre este país, algo similar a lo que ocurre en España pero aquí las subidas de los precios son ¡¡diarias!! no anuales. Después de cuatro horas de preparativos y ver proyectos quedamos para el día siguiente a las 06:30 horas para visitar a los niños canillitas que están en pleno trabajo a esas horas, para luego ir al colegio tras terminar de trabajar. Lo más duro es comprobar que el gobierno ve normal que los chavales trabajen y lo integran dentro de la cultura de aquí. Fuimos a descansar para prepararnos para el lunes.

Alberto haciendo entrega del material educativo y deportivo

Después de un largo y ajetreado viaje de más de 40 horas en el que han hecho dos escalas, una en Sao Paulo y otra en Santa Cruz de la Sierra, nuestros compañeros Alberto y Pilar ya se encuentran en Sucre, una de las dos capitales de Bolivia, acompañados por Milton Mora, presidente de la ONG Mosoj Ñan nuestra contraparte local en la zona